EL AÑO QUE VIVIREMOS PELIGROSAMENTE

ENERO 2009 INICIO DEL BLOG

Cuando a principios de los noventas se creó Tc Todocosntrucción no me enteré mucho de la crisis que empezaba. Se puede decir que la viví pero no la sentí. Estábamos empezando desde cero, cuatro personas en plantilla y mucha ilusión. Pero hablando con verdaderos protagonista de la crisis de esos años solo tengo generalidades y pocas respuestas.

Me maravilla la capacidad que tiene el ser humano para olvidar. Esta capacidad, según lo neurólogos, viene dada por el borrado selectivo cuando nuestros memoria se desborda y por otra de la capacidad de recrear recuerdo dentro del punto de vista con que lo vivimos.

Nadie me hablaba de la crisis de los noventa con claridad. Fue una sorpresa que el malogrado escritor sueco Stieg Larsson en su novela “Los hombre que no amaban a la mujeres” hiciera una descripción fantástica de la misma. Desde Suecia con amor. Larsson escribió estas palabras sobre esos años.

“las empresa tenían miles de millones invertidos en valores de distinto tipo, pero una cantidad asombrosamente reducida de dinero efectivo. Ya no podían pedir prestadas mas sumas astronómicas. Lo normal en una situación así es vender activos y lamerse las heridas por la perdida. Pero en 1992, de la noche a la mañana, nadie quiso comprar. Cash-flow problem”

La visión de la crisis de 1992 vista por un sueco se ajustaba a la actual. No me podía hacer el sueco. El hombre es un ser que tropieza una y otra vez… en un condenado eterno retorno a las mismas “piedras”.

Y si algo he vivido este año es que yo sepa que ningún gurú, política o líderes de opinión acertaban en lo que venía, ni la previsiones, velocidad y consecuencias. Y ya estaba escrito.

Justamente ahora hay que pagar por los excesos y esperar que el sistema se vuelva equilibrar. La caída del sistema de la “demasie” crea una crisis de confianza y esta a su vez una crisis de liquidez. Y aquí estamos entrando en el 2009 con el ojo de huracán puesto es esa falta de dinero que tiene el sistema y las empresas. La escases de circulante harán que el paro y el cierre de empresa aumente. El número de bajas empresariales será proporcional a la duración de la sequia. Será el año que viviremos peligrosamente

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